Mucha paciencia es lo que necesitas para ir a un centro comercial un día de lluvia, frío, nieve o cualquier otra condición meteorológica adversa.
La gente que entra en un centro comercial se transforma. Pueden distinguirse varios tipos:
Uno .- Los que se agobian en los primeros 10 minutos y empiezan a quejarse por todo, porque: hay mucha gente, hay mucha cola para pagar, no se puede mirar nada, está todo revuelto... Y yo digo: estás en un centro comercial, has venido por iniciativa propia, sabías a lo que venías y lo que te encontrarías así que: ¡Deja de quejarte por favor!
Dos .- Los que llegan con mucha energía y con ganas de ir a todas las tiendas y repasarse el centro comercial. Estos rara vez consiguen terminar la tarea. Es agotador. A la mitad de la segunda planta ya se han cansado o se han gastado todo el presupuesto. Así que a partir de aquí se convierten en sujetos de tipo uno y empiezan a hacer lo mismo que estos hasta que se van.
Tres .- Los que van por obligación: padres, abuelos, novios y casi todos los sujetos del genero masculino que aguardan por sus mujeres o novias a la entrada de la tienda donde están ellas desde hace horas o que reposan en los sofás/sillas/bancos cercanos a dichas tiendas. Hay una variedad que es la del marido/novio paciente que ayuda a su mujer/novia en las compras y entra a la tienda con ella, eso si, la cara de aburrido no se la quita nadie.
Cuatro .- Los que parece que no se van a cansar nunca. Arriba, abajo, probador, caja, otra tienda, otra, otra, otra, otra... Hay una variedad de estos que son los que miran mal a sujetos de tipo uno o de tipo 2 en su etapa final.
Pinkisses de Nu.
@nubladoperorosa
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